Paraísos fiscales (2017). Los “papeles de Panamá” aparecieron en los medios de comunicación hace un año. Desde  entonces, ha habido otros sucesos que han afectado a esta materia, tales como el Bahama Leaks, que van desde la tributación de los deportistas profesionales a la aparición de otros documentos o incluso el escándalo Laundromat, que afecta al menos a 19 bancos rusos que estaban blanqueando dinero en el Reino Unido.

Como es conocido, la idea del “paraíso fiscal” está asentada sobre tres elementos: a) en primer lugar, el dato que es más conocido que es la exención fiscal. No es el más importante sino que hay que añadir otros dos elementos para que el sistema sea completo.; b) En segundo lugar son relevantes las ideas de opacidad y anonimato que sirven para cubrir otras actividades delictivas vinculadas a la corrupción y tráficos de sustancias prohibidas, elemento cuyo origen lo encontramos en la legislación suiza de 1934 y c)  Por último, siguiendo el ejemplo británico de 1929, los paraísos fiscales están sustentados en el concepto de residencias virtuales. Si quisiéramos concretar qué ha ocurrido en este año, podríamos señalar los siguientes aspectos:

1.Hay que destacar el elemento positivo de que se haya progresado en los instrumentos de intercambio de información. Los documentos jurídicos para que sea posible están disponibles y en septiembre de 2017 empezarán 54 jurisdicciones a ejecutarlos; entre ellos algunos reputados territorios que han sido considerados tradicionalmente paraísos fiscales, como las Islas Caiman o Malta  o las Islas Vírgenes Británicas. Hay que esperar que el paso del papel a la práctica se haga correctamente, para lo cual hace falta no sólo legislación sino personal cualificado y voluntad política, mucha voluntad política.

2.Pese a que lo anterior es un factor positivo, las cosas no han ido tan bien en otros ámbitos. En el artículo que publiqué el año pasado señalaba que 32 de las 35 empresas del IBEX 35 tenían presencia en territorios considerados paraísos fiscales. La última edición presentada ha extendido sus conclusiones, de tal manera que las 35 sociedades lo tienen.

3.De forma paralela al dato anterior, la última edición del informe de Responsabilidad social Corporativa, nos revela la importancia que tienen los paraísos fiscales en nuestro territorio: El país origen de la inversión extranjera en España más importante es Luxemburgo, cuyo volumen invertido ha crecido un 69% en 2014 y en 2015, de acuerdo con los datos de EL PAIS, llegaron a 3.584 millones de euros, un 39,7% más que el año anterior. Y a través de Holanda, que ofrece acuerdos fiscales ventajosos a las multinacionales, llegaron 2.777 millones de euros, un 139,9% más que en 2014.

4. Al mismo tiempo, como un gran agujero fiscal, hay que recalcar que la inversión española en el exterior tiene su destino preferido en otros paraísos fiscales: en 2014 (último año analizado) se invirtieron 1.969 millones de euros en Islas Caimán, 64 veces superior a la inversión en Alemania. Al mismo tiempo, la inversión en Irlanda, otro gran paraíso fiscal creció un 784% (sin errata), llegado a ser de más de 4500 millones de euros.

5. La falta de armonización fiscal del impuesto de sociedades en la Unión Europea sigue siendo un gran problema. Una de las libertades comunitarias, la libre circulación de capitales, favorece el libre tránsito de capitales sin que los tipos fiscales puedan ser un límite. Esto hace que se adopte una política anti competitiva por parte de algunos Estados y territorios. El caso Apple y la multa impuesta por la Comisión Europea es el mejor ejemplo de lo que se está señalando. Habría, en este sentido, que trabajar en una doble dirección: restablecer la relación entre el pago de impuestos y donde la actividad económica se lleva a cabo y, en segundo término, impulsar una política fiscal que homogeneice el mínimo común denominador en materia de impuesto de sociedades. La propia regulación española de las SICAV no se aleja demasiado de lo que ocurre en este tipo de países. La responsabilidad europea no termina aquí sino que hay multitud de territorios dependientes del Reino Unido y Holanda que tienen esta consideración. Por no hacer referencia a Liechtenstein, Mónaco o San Marino

6. La actitud de la Comisión europea contra los paraísos fiscales sigue siendo muy consentidora. En este sentido, hay que recordar que el Parlamento europeo rechazó el listado de países por ser extremadamente reducida ya que incluía sólo a aquellos que financiaban operaciones de terrorismo internacional. Sigue sin existir una metodología para la definición de los países que se consideren en Europa paraísos fiscales, carecemos de una normativa común sobre pagos en efectivo y continuamos manteniendo los billetes de 500€. Hoy en Europa Luxemburgo, Chipre, Malta, Austria, Irlanda, Holanda, Eslovaquia pueden ser considerados paraísos fiscales por su baja tributación.

7. Frente a ello, en clasificaciones más rigurosas, como la que ha realizado Intermón Oxfam, hay mucha vinculación europea con los paraísos fiscales más importantes, por orden de importancia: (1) Islas Bermudas, (2) Islas Caimán, (3) Países Bajos, (4) Suiza, (5) Singapur, (6) Irlanda, (7) Luxemburgo, (8) Curazao, (9) Hong Kong, (10) Chipre, (11) Las Bahamas, (12) Jersey, (13) Barbados, (14) Mauricio e (15) Islas Vírgenes Británicas. Cuatro de los territorios identificados (Islas Caimán, Jersey, Bermudas e Islas Vírgenes Británicas) son, además, territorios que dependen del Reino Unido, a pesar de que este país no figura directamente en la lista.

Si importante es la clasificación, más relevante es, en mi opinión, la razón por la que están catalogados los países: están desarrollando una política fiscal muy agresiva que está condicionando la sostenibilidad financiera de los países. Están olvidando, en este sentido, que no basta con que se localice la fiscalizad para que exista inversión productiva en un determinado territorio, como están mostrando los Informes internacionales más rigurosos. De hecho, se puede afirmar que el dinero localizado físicamente en un paraíso fiscal sirve para los intereses de personas domiciliadas lejos y con intereses económicos que se alejan por completo de los que pueden tener estos países.

8. El Brexit puede tener su efecto en relación con los paraísos fiscales. Theresa May ha amenazado con transformar el Reino Unido en un nuevo Singapur, en un paraíso fiscal para romper la fortaleza fiscal europea. Y, al mismo tiempo, no sería descartable que las Islas del Canal reaparezcan en el listado de los paraísos fiscales europeos una vez que el Brexit se haya materializado.

Como se ha podido observar, varían los elementos pero se mantienen las mismas ideas cardinales en materia de paraísos fiscales; con los mismos problemas para la sociedad, los servicios sociales y el sistema democrático.